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5 mitos comunes sobre las rutinas de ejercicio

Se hace cada día imperativo cuidar nuestra salud. Hacer algo de ejercicio de forma regular es uno de los pilares a la hora de mantenernos en forma y cuidarnos. Lo que muchos no sabemos es que existen algunas creencias falsas sobre la relación entre el ejercicio y la perdida de peso, incluso algunas continuamente, aunque a veces contradicen.


A continuación te ayudamos a desterrar las medias verdades que más se dan por ciertas con respecto al entrenamiento físico:

  1. Sudar ayuda a quemar calorías. Es el mito más común, pero en realidad sudar no tiene ningún efecto para eliminar calorías, y no es aconsejable vestirse demasiado para tratar de sudar más. Muchas personas utilizan fajas o ropa gruesa para hacer ejercicio, con el fin de pero estos métodos solo logran eliminar agua, lo que puede provocar que el cuerpo se deshidrate. Sudamos cuando nos deshidratamos y por eso no hay que hacer ejercicio con mucha ropa ni en un ambiente muy caluroso.

  2. No por agotarse se obtienen mejores resultados. Se suele creer que el nivel de agotamiento después del ejercicio físico es indicativo de su eficacia, y nada más lejos de la realidad. Tener agujetas el día después no significa que hayamos realizado un esfuerzo correcto. No es cantidad de repeticiones lo que cuenta, sino la calidad de las mismas.

  3. El mito de la edad. Escuchamos continuamente que pasada cierta edad el ejercicio ya no ayuda. Sin embargo, todos los estudios llevados a cabo demuestran que las actividades deportivas que se realicen de manera regular, sin importar la edad, siempre son beneficiosas para la salud. Para las personas de la tercera edad se recomiendan actividades que desarrollen la resistencia y mejoren la salud del corazón, como caminar, nadar o montar en bicicleta, y disciplinas como pilates y yoga, que además dan agilidad y flexibilidad.

  4. El entrenamiento "mañanero" con el estómago vacío. Un mito muy extendido e igual de erróneo. El mejor momento para ejercitarse físicamente es aquel en el que podamos hacerlo de forma consciente y pueda convertirse en un hábito. Los estudios demuestran que es indiferente la hora del día, ya sea de mañana, tarde o noche. Se suele creer que entrenar en ayunas obliga al cuerpo a consumir las reservas de grasa, sin embargo, se ha demostrado que se necesita la presencia de glucosa en el organismo para desencadenar la quema de calorías. Si nos quedamos sin glucosa almacenada, el efecto será el contrario y comenzaremos a quemar músculo.

  5. El ejercicio aeróbico adelgaza y las pesas generan músculo. Cada vez son más los estudios científicos que demuestran que los entrenamientos controlados de alta intensidad con resistencia -como pesas, cintas elásticas, isométricos, muelles, etc-, son mucho más eficaces que los aeróbicos, requiriendo menos tiempo y provocando mayor consumo calórico. Evidentemente, ambos tipos de ejercicio cuentan con numerosos beneficios para el control de peso y la salud, lo ideal sería realizar un correcto equilibrio entre ambos.


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