El cambio de modalidad de trabajo, de presencial a remoto, y las miles de cosas por resolver en casa, pueden llevarnos a la falta de actividad física y al sedentarismo, que no bien manejado pueden colaborar con el sobrepeso u obesidad, factores de riesgo frente a diversas enfermedades, incluido el COVID-19.
Si sientes que el sedentarismo ha llegado a tu vida, o te cuesta conseguir la motivación para pararte del sillón y moverte; las siguientes ideas, sencillas, pero de gran impacto en el largo plazo, te pueden ayudar:
1. Camina a diario por 30 minutos: A varias personas se les dificulta empezar un cambio saludable o ser más fitness. Así que, si tienes las zapatillas de deporte abandonadas en el ropero, anda desempolvándolas porque la primera recomendación es caminar 30 minutos todos los días; puedes hacerlo por el parque o yendo a comprar a tiendas que estén de 8 a 10 cuadras de tu casa.
2. Realiza ejercicios básicos en casa: Con las caminatas, tu cuerpo se irá acostumbrando y así será un poco más fácil realizar ejercicios como sentadillas, planchas, push-up (planchas) o pull-up (barras). Se recomienda 4 bloques de 15 repeticiones para cada ejercicio. Sería ideal que aproveches las pausas activas del trabajo para realizarlas.
3. Busca opciones de ejercicios: Luego de habituar tu cuerpo a este ritmo, puedes buscar un pack de nuestros ejercicios online, para conectarte en vivo con instructores. El gym ahora es tu casa, ¡ya no hay excusas!
4. Cambia tu alimentación: Sin la alimentación debida, todo ejercicio será en vano. Para una persona que recién empieza con la actividad física, su nutrición básica debe consistir en un buen equilibrio de proteínas, carbohidratos y grasas saludables. Cenar un par de horas antes de dormir, sin o con muy poco carbohidrato, e hidrata tu cuerpo tomando 2 o 3 litros de agua al día.
5. Determinación y disciplina: Finalmente, el paso más importante para convertir la actividad física en un nuevo hábito y en un estilo de vida, es tomar la decisión con determinación y disciplina. Hay que tener en cuenta que, si se realiza un cambio físico, no debe ser solamente para una estación del año como el verano, sino para toda la vida. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!